Descubra este Póster La Traversée de Paris, un clásico del cine francés con Jean Gabin y Bourvil en una aventura cómica durante la Ocupación.
- Característica del papel:
- 🎨 Lienzo: estándar mundial en cuanto a impresión e imitación de apariencia de “lienzo de pintura” .
- Por defecto, el póster contiene un borde blanco de 4 cm para enmarcar (marco no incluido). Si no lo desea, elija "sin borde blanco".
- ✅ Tamaño: varias opciones disponibles . ✅
- Gran resistencia a los rayos UV .
- Máxima vitalidad del color, sin reflejos .
- Papel reciclado , garantizando el respeto al medio ambiente.
- Póster cuidadosamente empaquetado y entregado en un tubo protector para una protección total .
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ENVÍO ESTÁNDAR GRATUITO .
⚠️ Marco no incluido. ⚠️
Descripción de este cartel de Crossing Paris
La Traversée de Paris es una película de comedia dramática francesa de 1956 dirigida por Claude Autant-Lara, protagonizada por Jean Gabin, Bourvil y Louis de Funès. Está ambientada en el París ocupado de 1942 y cuenta la historia de dos hombres que desafían el toque de queda para entregar carne de cerdo al mercado negro. La película se inspira muy libremente en el cuento “La traversee de Paris” de Marcel Aymé.
La película se presentó en el 17º Festival Internacional de Cine de Venecia, donde Bourvil ganó la Copa Volpi al Mejor Actor. La descripción cínica de la era de la ocupación no fue convencional y hizo que la película fuera controvertida desde su estreno original.
En el París de 1942, bajo la ocupación alemana, Marcel Martin, un taxista desempleado, se gana la vida repartiendo paquetes en el mercado negro por las noches. Una noche tuvo que transportar a pie cuatro maletas que contenían carne de cerdo al otro lado de la capital. Va al sótano de un tendero llamado Jambier y toca el acordeón para enmascarar el ruido mientras matan al animal. Luego, Martin va con su esposa Mariette al restaurante donde debe encontrarse con su cómplice, pero descubre que ha sido arrestado por la policía.
Luego, un extraño entra al restaurante y, tras un malentendido, Martin lo invita a compartir su comida y reemplazar a su antiguo cómplice. Esta decisión rápidamente resulta desastrosa porque el nuevo personaje, llamado Grandgil, no es muy cooperativo. Primero exige un aumento drástico del pago, aterrorizando al desafortunado tendero Jambier. Luego, sintiendo antipatía por los dueños de un bar donde los dos se esconden con sus maletas de carne fresca para evitar los controles en papel, comienza a destrozar el lugar. Una vez más afuera, cuando son detenidos por un policía aislado, le da un cabezazo que lo tira al suelo. Cuando se acercan otros dos policías, él comienza a hablar en voz alta en alemán y ellos se retiran en silencio.
Van al hotel donde vive Martin con su esposa y Grandgil hace una llamada telefónica rápida, todavía en alemán. Comienza un ataque aéreo y los dos hombres se refugian en lo que resulta ser el apartamento de Grangil. Martin se sorprende al descubrir que su compañero es en realidad un pintor de fama mundial, que ha aceptado venir principalmente para entretenerse y que insiste en devolverle el dinero que le extorsionó.
Cuando finalmente llegan a su destino, todo está cerrado. Enojados por todos los peligros que han encontrado, sacuden los barrotes y gritan. El ruido atrae a una patrulla alemana que los lleva al cuartel general del ejército. Un mayor alemán reconoce al famoso pintor Grandgil y está a punto de liberarlo cuando nos enteramos de que han disparado a un coronel alemán. Todos los sospechosos franceses presentes en el edificio son cargados en un camión, del que el mayor sólo puede salvar a Grandgil.
Años más tarde, Grandgil se va de vacaciones a París y un mozo lleva su equipaje al tren. Cuando Grandgil le da una propina, reconoce que es Martin. “Aún llevo maletas”, dice mientras el tren arranca.