Con este póster de cine Brigitte Bardot, sumérgete en el corazón del cautivador mundo de “Une Parisienne”, una película cautivadora protagonizada por esta legendaria actriz francesa. Descubra la intensidad de sus emociones, sublimadas por su carismática presencia y su encanto inimitable. Déjate llevar por la gracia y la belleza icónicas de Bardot, que encarna a la perfección el glamour y la sensualidad de la época. “Affiche la Parisienne” es una verdadera invitación a viajar en el tiempo y revivir la emoción pura del cine francés clásico.
- Característica del papel:
- 🎨 Lienzo: estándar mundial en cuanto a impresión e imitación de apariencia de “lienzo de pintura” .
- Por defecto, el póster contiene un borde blanco de 4 cm para enmarcar (marco no incluido). Si no lo desea, elija "sin borde blanco".
- ✅ Tamaño: varias opciones disponibles . ✅
- Gran resistencia a los rayos UV .
- Máxima vitalidad del color, sin reflejos .
- Papel reciclado , garantizando el respeto al medio ambiente.
- Póster cuidadosamente empaquetado y entregado en un tubo protector para una protección total .
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ENVÍO ESTÁNDAR GRATUITO .
⚠️ Marco no incluido. ⚠️
Descripción de este cartel de cine Brigitte Bardot
"Une parisienne" es una comedia francesa en tecnicolor de 1957 protagonizada por Brigitte Bardot, Charles Boyer y Henri Vidal, dirigida por Michel Boisrond. Bardot interpreta a la hija del presidente francés que se casa con la secretaria de su padre, pero la pareja se pone celosa de sus respectivas supuestas aventuras sexuales. El vestuario es de Pierre Balmain.
Brigitte Laurier (Brigitte Bardot), hija del presidente de la República Francesa, está perdidamente enamorada de Michel Legrand (Henri Vidal), jefe de gabinete de su padre. Él intenta evitarla, pero ella lo sigue hasta el aeropuerto donde se encuentra con su amante, Madame Wilson (Madeleine Lebeau), que tiene la intención de divorciarse de su marido para casarse con Michel. Continúa rechazando las repetidas insinuaciones sexuales de Brigitte, pero le resulta difícil hacerlo, ya que ella acaba de realizar unas prácticas como secretaria de Michel.
Inventa una artimaña para engañar a Michel y hacerle entregar documentos urgentes al presidente (André Luguet), que pasa el fin de semana cazando en el campo. La ex amante de Michel, Caroline d'Herblay, y su marido político también participan en la caza y Madame d'Herblay insiste en que Michel se quede el fin de semana. El presidente le pregunta a su hija por qué atrapó así a Michel, y ella proclama su amor no correspondido por Michel, mientras su padre se ríe de su estupidez.
Michel y Madame d'Herblay se encuentran en secreto en el bosque y quedan en encontrarse más tarde esa noche, una vez que su marido esté dormido. Al salir de su habitación, su marido finge roncar y la sigue, sospechando que trama algo malo. Al mismo tiempo, Brigitte va a la habitación de Michel y lo sorprende - estaba esperando a Madame d'Herblay - diciéndole que quiere ser su amante y le promete no hablar nunca de matrimonio. Se besan, pero Madame d'Herblay los sorprende y se desata una escena. El propio señor d'Herblay (Noël Roquevert) escucha ruidos vagamente sexuales que emanan de la habitación del presidente (mientras enciende su pipa), y estalla otra escena durante la cual el señor d'Herbaly despierta a todos en la casa, es decir. -dice el Gabinete de Francia- mientras investigan para descubrir quién está en la habitación cerrada de Michel. Madame d'Herblay está oculta y se revela que Brigitte está en la cama de Michel frente a todo el gobierno francés, avergonzando así al presidente. Para no provocar un escándalo, Michel y Brigitte se ven obligados a casarse por el padre de esta última. Durante su luna de miel, Michel le dice a Brigitte que está feliz de haberse casado con ella, pero ella no está segura. Cuando regresan a Francia, ella le dice a su padre que está segura de que Michel la engañará tarde o temprano, pero su padre está seguro de que no.
Al día siguiente, el príncipe Carlos (Charles Boyer) inicia su visita de estado a Francia. Mientras se prepara para ir al baile de gala, la señora Wilson llama a Michel (al parecer sin saber que ahora está casado) y Brigitte contesta. Está convencida de que Michel la está engañando con la señora Wilson y se enfrenta a él en el baile. Michel se ríe, pero en un ataque de celos, ella le dice que lo engañará con la próxima persona que entre por la puerta. Michel se ríe y le desea suerte, porque el príncipe Carlos es esa persona. Sin retroceder, hace una reverencia para darse a conocer y se desliza hacia una habitación lateral. El príncipe Carlos la sigue y ambos se arrodillan para buscar el brazalete de perlas roto de Brigitte. Ella le admite que está enamorada de él y Michel se pone celoso de su coqueteo. La abofetea en público y la lleva a casa.
La señora Wilson llama a la mañana siguiente y, cuando Brigitte responde, les organiza el almuerzo a ella y a Michel para la tarde. Llega la señora Wilson, todavía enamorada de Michel, y lo besa ante los ojos de Brigitte. Brigitte desempeña el papel de criada, pero se muestra hosca cuando atiende a la señora Wilson. Llama la oficina de Michel, pero Brigitte finge tener una conversación telefónica con el príncipe y le dice que irá a la embajada a verlo. Mientras tanto, la señora Wilson sale furiosa y descubre que Brigitte es, de hecho, la nueva esposa de Michel. Cuando las mujeres se van, la oficina de Michel vuelve a llamar y este se da cuenta de que la llamada del príncipe fue sólo una artimaña y que sabe que Brigitte está mintiendo.
Sin embargo, Brigitte va a la embajada y conoce al Príncipe Carlos, quien decide cancelar sus planes de abrir una guardería con la Reina y pasar la tarde con Brigitte. Él se ofrece a llevarla a tomar el té con la Reina del Reino Unido a bordo de un nuevo avión de combate francés y se dirigen al aeropuerto. Mientras están en el aeropuerto, Brigitte llama a Michel para presumir de volar con el príncipe, pero él no le cree. Mientras se van volando, el príncipe le pregunta a Brigitte cómo se llama. El príncipe decide no ir a Londres, sino ir a Niza a nadar. Después de nadar, el Príncipe y Brigitte van a un restaurante en la playa, donde confunden al Príncipe con un lugareño ruidoso. Los demás residentes les impiden irse y estalla una pelea hasta que se dan cuenta de que en realidad es el Príncipe.
Mientras tanto, mientras la Reina habla en la inauguración de la guardería, el presidente y Michel se dan cuenta de que el Príncipe se ha ido con Brigitte y que no padece migraña, como dice la prensa. Michel se vuelve loco de celos ante la idea de que el Príncipe esté con su esposa, pero el Presidente le ruega que no le dé mucha importancia. Michel va a ver al Príncipe para demostrarle que no está enfermo, pero la Reina lo detiene hasta que el Príncipe pueda regresar y fingir estar enfermo. Michel se disculpa por su aparente error.
Cuando Brigitte le cuenta a Michel que fue a Niza con el príncipe a nadar, después de salir de la embajada, él no le cree y piensa que se está burlando de él. Prometen decirse siempre la verdad, pero cuando ella le vuelve a decir que estuvo con el príncipe -la verdad- él no le cree. Finalmente, le cuenta que estuvo en el cine con una amiga y cruza los dedos.